La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) confirmó que las cadenas de supermercados no pagarán el aumento acordado a empleados de comercio.
El conflicto tras el acuerdo paritario de los empleados de comercio sigue escalando, y ahora as principales cadenas de supermercados del país, nucleadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), confirmaron que no abonarán el aumento salarial.
Es que en mayo se deberían pagar los sueldos del sector con el incremento del 1,9% correspondiente a abril pactado en el convenio firmado, pero los grandes supermercados están liquidando los haberes sin este incremento.
La decisión implica que unos 120.000 trabajadores del sector no perciban el aumento ni la suma fija no remunerativa contemplada en el acuerdo.
La medida fue adoptada tras una reunión mantenida entre representantes de ASU y el ministro de Economía, Luis Caputo, quien ratificó que el Gobierno no homologará el acuerdo paritario firmado entre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y las cámaras empresariales CAC, CAME y UDECA.
Acuerdo sin homologación oficial
El convenio que fue ratificado por el gremio establecía un incremento acumulativo del 5,4% a pagarse en tres tramos: 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio, junto a sumas fijas no remunerativas para compensar la pérdida del poder adquisitivo en el primer trimestre del año.
A pesar de que el texto firmado incluía una cláusula que obliga a las empresas a abonar los aumentos “a cuenta” incluso sin homologación oficial, los supermercados decidieron no reconocerla y liquidaron los salarios de abril sin aplicar los incrementos.
Desde FAECYS, el sindicato que lidera Armando Cavalieri, se enviaron cartas documento a las cámaras empresariales para exigir el cumplimiento del acta paritaria.
“Tiene plena validez y forma parte de nuestro compromiso con el sostenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores”, afirmó el dirigente, quien además cuestionó que el Gobierno intente fijar una pauta del 1% mensual desconectada de la inflación real.
El gremio sostiene que el acuerdo fue alcanzado “de manera legítima y con diálogo responsable” y advirtió que más allá de la falta de homologación, el artículo décimo del acta obliga a las empresas firmantes a realizar los pagos como “pago a cuenta”.
Aval implícito del Gobierno
La postura de los supermercados encuentra respaldo en la estrategia oficial del Ministerio de Economía, que busca contener los aumentos de precios evitando convalidar incrementos salariales que superen la pauta mensual del 1%.
Según trascendió, Caputo habría afirmado en la mencionada reunión con ASU que “el acuerdo no será homologado”, lo que fue interpretado como un aval para suspender los pagos.
El conflicto con el sector supermercadista suma tensión al ya delicado vínculo entre el Gobierno nacional y la CGT, que en abril encabezó un paro general. También complica al propio Cavalieri, quien hasta ahora había mantenido una relación de diálogo con la administración Milei.
A medida que se profundiza el desacuerdo, crece la incertidumbre entre los trabajadores alcanzados por la paritaria, los contadores que deben liquidar los sueldos, y el resto de los sectores que no saben que camino elegir hacia adelante.
