ChatGPT lanzó ayer una nueva versión de su herramienta de generación de imágenes basada en GPT 4o y las redes estallaron de imágenes estilo Estudio Ghibli generadas con la IA. Te contamos cómo generarlas.

La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados y ChatGPT no deja de sorprendernos con nuevas funcionalidades, dejando de ser un simple respondedor de preguntas y pasando a ser de gran ayuda para muchas actividades.
Fue el mismísimo Sam Altman, CEO de OpenAI, quien presentó esta nueva funcionalidad mostrando cómo se podía transformar fácilmente cualquier foto en un dibujo con el estilo característico de las películas del Estudio Ghibli.
¿Qué es el estilo Ghibli?
El estudio Ghibli es uno de los íconos del cine de animación japonés, creador de películas como Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro y El castillo ambulante, todos ellos con una estética mágica, nostálgica y detallista se volvió un estilo artístico propio.
Cómo generar imágenes estilo Ghibli con ChatGPT
Aunque en un principio funcionaba con la versión gratuita de ChatGPT, tras sufrir la saturación de sus sistemas, por ahora solo se puede realizar en la versión paga.
Paso 1: Elegir una imagen
Elegir una imagen desde nuestro celular o PC y subirla al chat de ChatGPT.
Paso 2: Pedir una imagen con estilo Ghibli
Usá un prompt como este:
«Convertir esta foto al estilo de las películas de Studio Ghibli (como una ilustración, tipo anime).
Paso 3: Ajustar el resultado
Podés pedir que lo reintente, cambie colores, agregue o quite elementos, hasta lograr el resultado esperado.

Las profesiones en jaque: ¿cuáles podrían desaparecer?
Pero no todo lo que brilla es oro, y es que, como se viene pensando desde que estas tecnologías aparecieron, algunas (o todas) profesiones están en jaque por la IA.
Ya no se trata solo de trabajos repetitivos o manuales, ya que incluso las profesiones creativas, que durante mucho tiempo se consideraron “a salvo” por su componente humano y subjetivo, también están siendo cuestionadas.
Con herramientas que generan imágenes en segundos tareas que antes requerían horas de trabajo artístico ahora se pueden resolver con apenas una línea de texto. Esto pone en alerta a:
- Ilustradores: especialmente los que trabajan por encargo, creando personajes, fondos o escenas para libros, juegos o redes.
- Diseñadores gráficos: que pueden verse desplazados por soluciones automáticas que generan logos, afiches o portadas en segundos.
- Artistas conceptuales: fundamentales en industrias como el cine, los videojuegos o la publicidad, pero ahora “competidos” por modelos de IA que generan concepts visuales en masa.
- Fotógrafos de stock: muchas empresas ya reemplazan imágenes reales por renders generados, que son más económicos y sin derechos de autor.
Lo preocupante no es solo la velocidad con la que la IA produce, sino también la calidad sorprendente que alcanza, al punto que cuesta distinguir lo humano de lo artificial.
Sin embargo, este escenario no implica necesariamente una desaparición total, como en otras revoluciones tecnológicas, las profesiones del arte podrían reconvertirse, integrando estas nuevas herramientas como parte del proceso creativo.
El desafío sigue siendo como siempre, adaptarse, diferenciarse, y sobre todo, defender el valor del criterio humano frente a lo que simplemente se puede automatizar.