En lo que va del 2024, las tasas de los plazos fijos tocaron un techo de 133% y un piso de 30%. Te contamos cómo evolucionaron y qué se pronostica para fin de año.
La alta inflación del año 2023, trajo consigo un incremento considerable de las tasas de interés del Banco Central y con ello el aumento de las tasas de plazos fijos con el fin de retener los depósitos que amenazaban con desplazarse al dólar informal.
Fue con en la transición de Gobierno donde las tasas de plazos fijos tocaron el techo de 133%, para luego descender en diciembre a 110%, y arrancar a partir de ahí un período crucial para los inversores, quienes buscaban cubrirse de la inflación que prometía seguir escalando sin freno.
Ya en el año 2024 comenzó un camino distinto para estos instrumentos financieros, que sufrieron cambios importantes, y modificaron la estrategia de los ahorristas a la hora de tomar decisiones.
Es que en marzo de ese año, el Banco Central liberó la tasa de interés de los plazos fijos, y permitió que cada institución pueda definirla.
Con estos cambios, ya en el mes de abril, la tasa había caído al 60% en promedio, y en mayo, llegó a un 40%, para seguir descendiendo hasta julio, con una tasa mínima de 33%.
Actualmente, en septiembre de 2024, la tasa se ha mantenido en promedio en el 35%, con algunos bancos que ofrecen tasas iguales o superiores a 40% para plazos fijos a 30 días.
¿Qué se pronostica para fin de año?
La evolución de los plazos fijos en nuestro país, siempre ha estado fuertemente influenciada por la política monetaria del Gobierno de turno, y por la situación macroeconómica.
El nuevo rebote en las tasas en los últimos meses ha generado incertidumbre en los ahorristas, quienes ahora buscan diversificar sus inversiones para mitigar riesgos.
Sin embargo, a pesar de la disminución, los plazos fijos siguen siendo una opción preferida para quienes priorizan la seguridad sobre el riesgo, y todo parece indicar que no habría, según lo que espera el mercado, grandes cambios en lo que resta del 2024.
De ser así, y cumpliendo las metas del Gobierno, recién en 2025, podría haber cambios importantes en estos instrumentos, teniendo en cuenta que la inflación esperada, es de 18,3%, lo que implicaría que la tasa también tenga un gran descenso.